martes, 12 de mayo de 2009

Divina Sentencia: Anhelada Quimera

Invito a pasar adelante a la Gran Ciudad

Hasta hoy has logrado a todos callar con tu perspicuo hablar…Pero un humilde forastero se manifestó, y contra ti pregonó…Su sabiduría iluminó, y la verdad confesó…Ahora se te revelará la sombra…el temor te embargará…Y al noveno círculo se te condenará…Si optas por ser contumaz…

Se inicia el gran juicio…

Pues bien, te insto a dudar de tu propia caridad…Por responder con negativas te invito nuevamente a vacilar… ¡Qué terquedad, tu confesión no prosperó!…Apagaste nuestra última luz de ilusión…

La sala silenció…La verdad inició su exposición…

Al contemplar penitentes el mundo actual, más sombras y desgracias testificarán…La vida se ha tornado material…Y hasta el anacoreta corrompe su veta inmaterial…

¿Por qué han convertido al amor en dama cortesana ideal?...Ustedes miden la caridad en pesa dineral…El “romántico” es sólo el mejor postor…Y el “solidario” es un gran inversor…

¡Todos son traidores por tomar el amor como objeto comercial!...El beneficio propio es la felicidad real...En la conquista el pretendiente se viste de oropel…Sus brillos sólo delatan ese aciago destino infiel…

¿¡Cómo no lo ven, pobres de espíritu!? ¿¡Cómo no lo ven!?...

El amor es objeto de lucha entre simoníacos…Prebenda de seres impíos… ¡Que calamidad!...Ni la más genial alegoría podría representar esta execrable ruindad…

La Gran Ciudad, evidentemente consternada, repentinamente exclama…

…¡Es la verdad, es la verdad!…confieso mi indignidad… ¿¡Qué culpa tienen aquellos que padecen por mis miserias!?...Merezco ser confinado a mundos de hielos y cuevas…

¡Silencio!…El juez se va a pronunciar…

¡Basta ya!...He quedado atribulado por el vacío espiritual de vuestra vida…No soporto más esta infame agonía…Mas la vida está para otorgar la gracia al errante…Misericordia y vida mereces por reconciliarte…

Por fin se escuchan esas desoídas letanías…Alcanzamos la utópica armonía…La angustia silenciosa del amor ha concluido…Pronto viviremos este juicio…y despertaremos complacidos…