domingo, 26 de junio de 2011

Aprendiendo Idiomas

I. Verdades y Preguntas

¿Español?: Sí, mi lengua nativa...
¿Inglés?: Intermedio, falta un poco...

¿Franciscano?

Tropecé yo con Él,
Me recogió entre escombros,
Aunque...
pensándolo bien...
Quizás también me levantó del Mundo,

¿Comprenderlo?
Mientras más lo hago,
más me cobija bajo su cálida comprensión.

¿Entenderlo?
Mientras más lo consigo,
recibo su entendimiento en donación.

¿Admirarlo?
Lo que ansía ser adquirido,
merece absoluta estimación.

(Aunque repruebo su retribución:
Asimismo, yo soy digno de su admiración)

¿Hablarlo?
Ocasionalmente, pero...
¡Qué elevada lamentación!,
Siempre es Él...
sí, es Él...
quien anima mi pronunciación,
porque en soledad,
quizás nunca pronuncie siquiera una expresión.

¿Dominarlo?
Aunque confía en yo ser un soberano más,
Afirmo que cae en ingenuidad,
¡O quizás en error fatal!.
Posiblemente, más certero es un "Jamás".

Pero...
Sigue confiando...
En lograr dominar yo el Bien,
En poder disponer yo de la Paz.

II. Mentiras y Respuestas

Franciscano...

¡Reconozco impoluta verdad!:
Mi memoria no desconoce que mi cuerpo por Él fue recogido.
¡Pero confieso falsificada realidad!:
Un tropiezo con Él no fue la fuente de mi cuerpo caído,
¡Y admito agradecida falsedad!:
Pues en esta confesión yace la Fe que en mí Él reconoce...

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