Uno no fue amigo de sí mismo
y se inclinó ante el tabaco,
el otro no fue amigo de quien era distinto,
y cayó por una herida en guerra.
Y aunque por sus humanas ruinas
fueron condenados a vidas breves,
el Deporte fue feliz,
porque los hizo eternos,
pero aún más feliz,
porque los hizo amigos.
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