Amor:
¡Ruego tu perdón!
Fue aquel elixir
quien te despreció.
Mi existencia
yacía inconsciente
ante mi vulgar
decisión de desamor.
Tu Adiós motiva mi
infinita desolación.
Aquí deposito mi
último suspiro,
escondido a la
vista de todos,
en este muro confesor
de este alcohólico
pecador
No hay comentarios:
Publicar un comentario